Las Compañías de Asistencia deben reevaluar qué servicios ofrecer, cómo los prestan y a qué precios, especialmente en tramitación y reparación para aseguradoras. No se puede prometer precios bajos y alta calidad sabiendo que esto no es viable.

Es clave un acuerdo entre Compañías de Asistencia, Aseguradoras y Reparadoras para abordar temas críticos y mejorar productividad y servicio, evitando complicaciones. Ordenar el sector beneficia a todos: compañías, aseguradoras, reparadoras y asegurados.

Es vital distanciarse de servicios ajenos al siniestro, como mantenimiento o servicios adicionales, que generan problemas innecesarios. Fomentar la calidad implica reducir exigencias excesivas, aliviar las condiciones para reparadores y eliminar costes superfluos. Los precios y condiciones actuales están desalineados con la realidad, causando la fuga de profesionales y dificultando la fidelización.

El «Low Cost» debe eliminarse; no se pueden ofrecer milagros y menos en tiempos difíciles. Retener a los mejores profesionales y reducir las indemnizaciones es esencial: a más reparaciones con personal capacitado y fiel, menos aumentanán los costes siniestrales.

La formación, certificación y profesionalización del sector son claves. Empresas capacitadas, cursos de reciclaje, y una bolsa de trabajo asegurarán un sector preparado y motivado.

Debemos dejar de competir solo por precio. Debemos eliminar el «y yo MÁS» o “y yo MENOS” en la competencia entre aseguradoras, que solo fomenta una espiral destructiva para el sector de la reparación de siniestros. Las Compañías de Asistencia y los peritos no deben seleccionarse por los precios que ofrecen, sino por la calidad del servicio que proporcionan. La calidad del servicio debe ser la prioridad. Nadie puede esperar un buen servicio pagando lo mínimo. Un reparador no puede asumir los roles de tramitador o perito por el mismo precio; cada profesional tiene su lugar y su valor.